Hoy nos quedamos en la costa central de Asturias para conocer su Geología en un lugar excepcional: El Cabo Peñas. En la verde y vegetada Asturias los acantilados constituyen uno de los mejores lugares para ver las rocas. Su condición como mirador natural le convierte además en un lugar de indudable valor paisajístico que intentaremos desmenuzar.
La franja costera de la región del Cabo Peñas reúne unas condiciones excepcionales para reconocer los principales rasgos geológicos de la región central de Asturias. En esta zona se pueden reconocer una gran variedad de tipos de rocas y de fósiles además de todos los elementos del paisaje de acantilado. Y todo ello muy cerca de los principales núcleos de población, por lo que no tenemos excusa para acercarnos.
Nuestro recorrido transcurrirá entre el Cabo Peñas y el Cabo Torres ya en las cercanías de Gijón. Esta zona goza de varias figuras de protección a nivel europeo siendo Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) desde el río Esva hasta Luanco y Paisaje Protegido dentro del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias (PORNA). Estas figuras de protección dan cuenta de los valores naturales que se engloban en esta estrecha franja litoral.
Las rocas del Cabo Peñas
Como hablamos en el último programa antes de vacaciones, las características de las rocas que afloran en la costa van a condicionar la forma de los acantilados y las playas en cada sector. Hablábamos que en el Cabo Peñas existe una gran diversidad de rocas que abarcan un periodo de tiempo de más de 500 millones de años.
Así en el mismo Cabo Peñas afloran rocas del Ordovícico (hace 500 millones de años), en la ensenada de Llumeres aflora el Silúrico y desde Bañugues hasta el Tranqueru afloran materiales del Devónico plegados en dos grandes pliegues sinclinales en cuyos núcleos aparecen rocas más jóvenes, en este caso de Carbonífero. (Un pliegue sinclinal es aquel que tiene forma de U y que en su núcleo alberga rocas más jóvenes que las de sus flancos).
Ya en Aboño y el Cabo Torres las rocas vuelven a ser Silúricas por encontrarnos en el flanco de dicho sinclinal. Por encima de estos depósitos existen otros materiales más jóvenes discordantes sobre los materiales Ordovícicos, Silúricos, Devónicos y Carboníferos anteriores correspondientes al Pérmico y al Triásico (250-200 millones de años) que aparecen en la zona del Tranqueru (entre Perlora y Xivares) y del Cretácico (hace 65 millones de años), que aparece representado en la Playa de Antromero. Lo que hace a la zona de Cabo Peñas especial desde el punto de vista geológico es la representación de rocas que en otros sectores de Asturias no aparecen o están mal representados como son los materiales de Silúrico o del Devónico. Con este excepcional registro de rocas es posible reconstruir la historia de Asturias a lo largo de los últimos 500 millones de años.
El viaje de Asturias hacia el Norte
La mayoría de las rocas que afloran en Asturias son rocas sedimentarias, es decir son rocas que se han ido depositando a lo largo de millones de años por agentes como el mar, los ríos, etc… En el momento en que estas rocas se depositaron su disposición era horizontal. Hoy en día todas están rocas se encuentran verticalizadas como consecuencia del movimiento y choque de las placas tectónicas a lo largo de la Historia Geológica de nuestro planeta.
Hace 500 millones de años, en el Ordovícico, Asturias estaba situada en el borde de un «Supercontinente» llamado Gondwana, muy cerca del Polo Sur. Con el paso de los millones de años Gondwana se fue moviendo hacia posiciones más septentrionales hasta que hace unos 400 millones de años se ubicaba ya en cerca de los Trópicos. En esa época Asturias estaría situada bajo un mar muy rico en fauna típica de mares cálidos.
Hace unos 350 millones de años el viaje hacia el norte de Gondwana se ve interrumpido por su choque contra otro supercontinente formado por Laurentia y Baltica. Esta colisión supuso uno de los principales eventos relacionados con la Orogenia Hercínica que dio lugar a la Cordillera Varisca. Esta orogenia plegó y fracturó los materiales previos a la vez que fue deformando aquellos que se depositaban en ese momento. Cuando la cordillera se terminó de formar comenzaron a tener lugar procesos erosivos que fueron desmantelando progresivamente esa majestuosa cordillera que sería similar a los actuales Himalayas. El producto de dicha erosión se depositó sobre los materiales previos ya deformados por lo que se generó una superficie conocida en Geología como discordancia angular, en la que los materiales a un lado y al otro de la discordancia presentan edades muy diferentes y inclinaciones y orientaciones distintas.
Para ver un ejemplo de discordancia angular nos trasladamos a la Playa de Antromero, entre Luanco y Candás. En este caso se trata de una discordancia que pone en contacto el Carbonífero, plegado y verticalizado como consecuencia de la Orogenia Varisca y el Cretácico, con una disposición prácticamente horizontal. La existencia de una discordancia implica la falta de registro sedimentario, es decir que entre las rocas del Carbonífero (hace 300 millones de años) y las del Cretácico (hace 65 millones de años) no existen rocas. Esto puede ser debido a que en ese periodo hubo una fuerte erosión que desmanteló esas rocas y las llevó a otros lugares, o que simplemente no hubo sedimentación.
¿Cómo sabemos dónde estaba Asturias en cada momento de la historia de la Tierra?
Asturias en su viaje hacia el norte recorrió latitudes distintas con climas diferentes, ubicándose en terrenos continentales, costeros, pantanosos o marinos en función de la situación de los continentes en cada periodo. Cada roca está ligada a un ambiente sedimentario determinado, así que son las rocas las que nos indican qué clima y qué condiciones reinaban en el momento de su depósito.
Así las cuarcitas del Ordovícico que aparecen en el mismo Cabo Peñas se han formado en ambientes litorales y se relacionan con las desembocaduras de grandes ríos con multitud de cauces entrelazados.
Cuando Asturias se ubicó en condiciones tropicales, en el Devónico, es cuando se deposita otro tipo de rocas, las calizas, rocas formadas por procesos bioquímicos relacionados con los organismos que viven en medios arrecifales, es por eso que es normal que estas rocas presenten multitud de restos fósiles de conchas y otros organismos marinos. Los especialistas son capaces de reconocer cada especie y asignarlas una edad determinada por eso sabemos la edad de las rocas. Así se formaron las calizas que aparecen por ejemplo en el entorno de la Punta Moniello, entre Bañugues y Luanco.
Así en esta ruta aprenderemos un poco más de los remotos orígenes de nuestra región y veremos cómo las rocas, como si de un libro se tratara, nos dan una valiosa información capa a capa, igual que si de páginas se trataran.
Documentación:
- Geología de Asturias. Aramburu y Bastida. Ediciones Trea, 1995.
- Cuadernos de Itinerarios por la Naturaleza. La Región del Cabo Peñas. Realizado por la Universidad de Oviedo y Editado por la Consejería de Educación y Ciencia en 2008.