Aunque ya desde antiguo se conocía la existencia de carbón en Asturias (En el año 1591 Fray Agustín Montero descubre en los acantilados de Arnao una piedra negra y escribe al rey Felipe II para obtener el permiso de extracción), no fue hasta el siglo XIX cuando comenzó la explotación sistemática de este mineral. La necesidad de facilitar y abaratar el transportar del mineral condujo a la construcción de las primeras vías de ferrocarril en Asturias. Según los datos el primer ferrocarril de España se construye en 1834 en relación con la Mina de Arnao, si bien funcionaba con tracción animal. El primer ferrocarril de carácter industrial de España unía las minas de Langreo y Siero con Gijón. Se construyó entre 1852 y 1856 y fue la cuarta línea con tracción de vapor en la península ibérica. Este nuevo sistema de transporte rápidamente sustituyó a la carretera carbonera que desde 1842 unía La Felguera con Gijón.
La llegada del ferrocarril a Asturias marcará un gran cambio en la sociedad y economía asturiana y hace aumentar de un modo importante la producción de carbón y su exportación.
El pozo María Luisa
Es una de las explotaciones mineras de carbón más emblemáticas y conocidas de Asturias y se encuentra en el concejo de Langreo. Seguro que a todos os suena la triste canción tradicional «En el pozo María Luisa» también conocida como “Santa Barbara Bendita”.
Al llegar a la entrada del pozo nos encontramos con los edificios de oficinas y talleres construidos en 1920 en ladrillo rojo, al estilo industrial de la época. Destaca también el pabellón de embarque y dos castilletes, aunque uno de ellos sufrió una remodelación recientemente que cambió su aspecto. En el barrio de La Nozaleda se levantaron las viviendas de los trabajadores de la mina.
La explotación del yacimiento comienza en 1858 y la profundización del pozo tuvo lugar en 1918 pero no fue hasta pasada la Guerra Civil que funciona a pleno rendimiento. En la década de 1940 una explosión de grisú acabó con la vida de 16 mineros. En 1976 recibe la visita de los Reyes de España, quienes bajaron a la mina ataviados como mineros, tal y como hicimos los participantes del congreso (ahí está la foto!). Tras equiparnos con los trajes, botas, e incluso ropa interior minera, nos colocamos los aparatos de autorrescate y los cascos con la iluminación incorporada. La jaula del pozo nos conduce hasta la galería número 10, situada a más de 500 m de profundidad, por debajo de ella aún queda otra galería conectada por una empinada rampa. Pudimos comprobar las duras condiciones de trabajo en el interior de la mina. Temperaturas por encima de los 40°C, aire pobre y cargado, baja iluminación y altos niveles de ruido. Una imagen para recordar son los mineros totalmente cubiertos de sudor y hollín abriéndose paso en el laberinto de galerías.
En la actualidad existen varias mujeres trabajando en el interior de la mina, donde suelen realizar tareas de limpieza en las zonas de carga de las vagonetas.
El Patrimonio minero en Asturias
En 2011 la Unión Europea decidió el cierre de todas las minas no rentables para 2018, ¿será el fin de la minería en Asturias?
Sin entrar en detalles sobre la repercusión socio-económica que tendría el cierre de las minas asturianas prefiero centrarme en descubrir el Patrimonio minero que la minería, desde sus inicios hace más de un siglo y medio, nos ha dejado como legado.
En 2001 entra en vigor una Ley del Principado de Asturias sobre Patrimonio Cultural, que considera al patrimonio industrial y documental como nuevo bien cultural, estableciéndose las normas para su conservación. Desde entonces el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), viene incorporando diversos bienes de patrimonio industrial como es el conjunto minero e industrial de Arnao, las minas de Llumeres, el Pozo San Luis en Langreo o la fábrica de loza de San Claudio, etc. En 2010 el Consejo de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de Asturias incorporó en dicho inventario 55 elementos del Patrimonio Minero de Hunosa, testimonios de la industrialización minera en el área central de la región. Este inventario contendrá la herencia industrial de la minería del carbón, así como un patrimonio residencial, social y técnico con influencia en el territorio asturiano y con valores históricos y simbólicos para toda España.
Los orígenes de la vida en Europa
La playa de Arnao constituye una reserva geológica de enorme riqueza. En los acantilados se encuentra el yacimiento de fósiles del Devónico más importante de Europa. Se trata de un arrecife de grandes proporciones con gran variedad de organismos como corales de varios tipos, briozoos, equinodermos, etc. En sus rocas han quedado estampadas las huellas de los animales y las plantas que reinaron hace 415 millones de años.
Además, a lo largo de la playa, debido a la pérdida de arena durante los últimos temporales, se han descubierto magníficos ejemplares únicos de troncos fósiles del Carbonífero con 300 millones de años. Un recorrido fascinante por el pasado más remoto de la Tierra.
La mina de carbón de Arnao. Del carbón al zinc
En 1831 se descubre que en la costa asturiana un yacimiento de carbón, submarino en su mayor parte, pero de gran rentabilidad. En 1833 se funda la Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón y comienza la extracción de carbón. Como los carbones del yacimiento de Arnao no eran apropiados para la siderurgia, para aprovecharlo se propone, a mediados del s. XIX, la instalación en Arnao de una fundición de zinc. Entre la mina y la fábrica de zinc llegaron a trabajar unos 800 obreros, que vivían en casas situadas también en el mismo poblado. Todavía hoy Asturiana de Zinc, heredera de Asturiana de Minas, emplea la fábrica para hacer transformados de zinc.
En 1903 comenzaron las filtraciones de agua de mar en sus galerías, debido a las continuas huelgas de los mineros que dejaban sin mantenimiento las galerías, lo que obligaría al cierre de la mina en 1915 tras una gran inundación de las labores.
El conjunto minero-industrial de Arnao, que comprende un bello castillete recubierto de zinc, casa de máquinas, casino, escuelas, viviendas, laboratorios, túneles para el ferrocarril, etc., figura en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Todas las instalaciones fueron cedidas al Ayuntamiento de Castrillón en 2007 y en 2013 vuelve a abrir sus puertas reconvertido en un interesante equipamiento museístico. Junto con el bien conservado poblado de Arnao, declarado Conjunto Histórico Industrial, aspiran en convertirse en una atracción turística y cultural.
El Museo de la Mina de Arnao
El Museo de la Mina de Arnao, nos adentra en uno de los complejos mineros más relevantes del Principado de Asturias. A través de su exposición permanente y unos 100 m de galerías reales nos permitirá descubrir algunas peculiaridades de este hito tecnológico e histórico dentro de la minería de carbón de España:
- Es la primera mina de carbón de España, tal y como se pone de manifiesto en un documento hallado casualmente en los archivos del Ministerio de Cultura que data del año 1591. Se trata de una carta de fray Agustín Montero al Rey Felipe II para que apoye la explotación de la mina.
- Se trata del primer pozo vertical perforado en Asturias (1836).
- Es la única mina submarina de Europa. Sus galerías se extienden bajo el lecho marino (alcanzaron una profundidad de unos 250 m y se alejaron unos 500 m de la costa).
- Es la mina con el castillete más antiguo de Asturias, El castillete, conocido popularmente como “El Güelo” está recubierto de chapa de zinc y es un modelo único en España, estando datada su construcción sobre 1855. Este castillete, declarado BIC, es el segundo elemento del patrimonio industrial minero asturiano que alcanza la máxima protección patrimonial, tras el pozo Santa Bárbara de Mieres.
- Es la primera mina en la que está documentada la entrada de una mujer y una Reina: la reina Isabel II que visita Arnao en 1858 y que deja sus iniciales en una galería, hoy inundada, con el humo de una vela[1].
[1] La visita de la reina Isabel II fue un hecho histórico para la región y en especial para Arnao ya que se le pide que use sus influencias para levantar la Industria de la Real Compañía de Zinc. El paisaje que recorrió la reina desde Avilés hasta Arnao por aquel entonces no tenía nada que ver con el que contemplamos hoy en día. El trayecto hasta la mina se realizó en un ferrocarril que circulaba entre las dunas de El Espartal (llamado así por la presencia de la planta del esparto), en las que decidió plantar pinos para fijar la arena que continuamente invadía los raíles. Así en el siglo XIX la burguesía se acomodaba a un lado de la vía del tren que haría de separación con la zona de playa. En 1888 se ponen de moda los “baños de sal” y la playa se llena de casamatas (casetas de baño al borde del mar), así Salinas se convierte en una zona de recreo con su famoso balneario (destruido en un incendio en 1915) en cuyas cercanías se encontraba el túnel del tren de San Martín que atraviesa el Monte de Pinos altos en un recorrido de más de 600 m y que fue travesada por la reina Isabel en su viaje a la Mina de Arnao en 1858). En 1898 se instala en Salinas una colonia de estudiantes y se convierte en una ciudad dormitorio de Avilés. El desarrollismo de Levante trajo consigo la construcción de las torres que caracterizan el skyline de Salinas y que afortunadamente no continuó conservándose las valiosas y escasas dunas de El Espartal.