Los Lagos de Saliencia se encuentran en el Parque Natural de Somiedo (primer espacio protegido de la red de espacios naturales protegidos de Asturias), que también es desde el año 2000 Reserva de la Biosfera. Este territorio está integrado en la Red europea Natura 2000 al ser declarado en 2004 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Por si eso no fuera poco los lagos de Somiedo están incluidos en la red de espacios protegidos como Monumento Natural “Conjunto Lacustre de Somiedo”. Este monumento natural comprende los lagos de Saliencia (Calabazosa o Lago Negro, Cerveriz, Laguna de Almagrera o La Mina y La Cueva), el Lago del Valle y la zona de alta montaña situada entre estos lagos y el límite sur del concejo de Somiedo, en la que destacan los Picos Albos. Igualmente están catalogados como Punto de Interés Geológico por el Instituto Geominero de España. Como vemos estos lagos presentan unos altos valores naturales que les han valido todos estos reconocimientos pero…
Pero… ¿por qué HAY LAGOS EN SOMIEDO?
Seguro que es una pregunta que nunca nos hemos hecho…simplemente están ahí. Sin embargo, si miramos con ojos de geólogo, nos planteamos cómo es posible que en una zona dominada por las calizas aún se mantengan estas grandes masas de agua.
Los lagos de Somiedo, al igual que la mayoría de los lagos que aparecen en muchos de los macizos montañosos de la Cordillera Cantábrica, tienen un origen glaciar, es decir los lagos actuales se alojan en cubetas producidas por la sobreexcavación de los glaciares sobre el sustrato rocoso. Tal es el caso de los lagos de Somiedo, separados entre sí por umbrales rocosos de cierta altura que los hielos tuvieron que salvar para alcanzar las zonas más bajas, donde tallaron los amplios y espectaculares valles glaciares de Saliencia y Valle del Lago. Este proceso de sobreexcavación del lecho rocoso alcanza su máxima expresión en el Lago del Valle que, con sus 65 m de profundidad, es el lago más profundo de toda la Cordillera Cantábrica. Este trabajo erosivo de los glaciares ha dado lugar a grandes acumulaciones de materiales glaciares denominados genéricamente till. Si bien es cierto que en Somiedo los depósitos glaciares en el entorno de los lagos no parecen muy importantes sí que han podido jugar un cierto papel a la hora de sellar el fondo de las cubetas para permitir el almacenamiento de las aguas.
Por otra parte en Somiedo existe un factor que posiblemente sea determinante a la hora de entender la existencia de algunos de los lagos de este sector calizo de la Cordillera. Bien es sabido que la caliza es un tipo de roca que sufre procesos de disolución con el agua de lluvia. Se genera así el paisaje conocido como karst, que tan extendido está en las partes más altas de los tres macizos de los Picos de Europa en la Sierra del Aramo, Sierra de Gradura y en otras sierras calcáreas. Esta disolución es la responsable de que todo el interior de los macizos calcáreos esté surcada por infinidad de simas y galerías. De este modo, toda el agua que cae en superficie entra en el sistema de conductos kársticos y circula subterráneamente hasta las zonas más bajas, donde surge a través de manantiales. El paisaje resultante en los Picos de Europa es un conjunto de dolinas, grandes jous y cresterías afiladas. Esta característica disolución hace que en las zonas calizas no sea posible la retención del agua en forma de lagos. De hecho los lagos de Covadonga deben su existencia a la presencia en ese sector de materiales pizarrosos que contribuyen a su impermeablización. Sin embargo en Somiedo, a pesar de aflorar el mismo tipo de roca caliza carbonífera no se observan estos elementos, así no tenemos ni grandes jous, ni dolinas y en muchos casos se observan riachuelos surcando la ondulada superficie incluso durante el verano. Y lo más llamativo de todo…aquí si que hay lagos! … y muchos!!
Si bien la existencia del Lago de la Cueva es debido a la presencia de un nivel de areniscas devónicas que impermeabiliza su fondo, y el Lago del Valle se aloja sobre una cubeta excavada sobre pizarras carboníferas, en el caso de los Lagos Cerveiriz y Calabazosa llama la atención las dimensiones de estos lagos ubicados sobre las solubles calizas. La solución a este enigma es un fenómeno que ha provocado el cambio en la composición mineralógica de estas calizas: la dolomitización. Se trata de un proceso en el que se produce la entrada de magnesio (Mg) en el sistema. En este caso el magnesio ha debido de entrar en la red cristalina de la caliza, a través de fracturas existentes en el macizo rocoso. A través de estas fisuras la entrada de fluidos hidrotermales cargados de minerales puede haber sido la causa, no sólo de la dolomitización, sino de la entrada del mineral de hierro que colorea el entorno del Lago de la Cueva y que ha sido objeto de aprovechamiento minero desde principios del siglo XIX en la mina Santa Rita.
Durante el proceso de dolomitización algunos átomos de Ca de la estructura cristalina de la calcita (que es el mineral que forma las calizas y de fórmula CaCO3), son reemplazados por dolomita CaMg(CO3)2 de este modo la caliza se convierte en dolomita. La dolomita no se ve alterada por la disolución kárstica, por lo que en su superficie no se generan las típicas dolinas de los paisajes kársticos. Cuando la dolomita se altera se produce un residuo arenoso que, junto con los depósitos glaciares, probablemente ha contribuido a rellenar las cubetas que hoy albergan los lagos.
En el entorno de los Lagos de Somiedo se ven extensas áreas cubiertas por un campo de elevaciones redondeadas; se trata de un magnífico campo de rocas aborregadas. Estas formas han sido talladas por los hielos en su descenso hacia zonas más bajas por lo que estas formas son debidas a la erosión glaciar y no a la disolución kárstica como se podría pensar y se forman independientemente del tipo de roca del que esté formado el sustrato. Bien es cierto que en Somiedo existen algunas zonas donde se observan amplios hundimientos en forma de cráteres. En esas grandes formas han debido de jugar un importante papel los colapsos de galerías subterráneas, evidenciando que existen calizas karstificadas en algunos puntos del interior del macizo rocoso. Son especialmente llamativos los colapsos que se observan entre los Picos Albos y el Picu Rubiu, de unas dimensiones colosales.
Se pueden observar dolomías, que llaman la atención por sus colores anaranjados y amarillentos, a lo largo de toda la cabecera de los valles de Saliencia y Valle del Lago y, en ocasiones, en posible observar cristalizaciones de dolomita con sus características cristales en forma de romboedros muy aplastados.
La dolomía y la toponímia
La dolomita adquiere un aspecto y un color diferente que la blanca roca caliza original, tomando coloraciones amarillentas y pardas que son las responsables de muchos topónimos del entorno. Así los picos Albos (Albu oriental y Albu occidental) hacen alusión a los grandes manchones blancos que lucen sendas cumbres y que muestran las zonas de la caliza que no ha sido afectada por los procesos de dolomitización. Del mismo modo que el Picu Blanco está formado por caliza inalterada. Por su parte el Picu Rubiu debe su nombre al color amarillento que le dan las dolomías que componen todo su entorno.
Mina Santa Rita
Las primeras noticias que tenemos de esta mina datan de 1805, cuando se hace alusión a unos cañones hechos con el hierro de esta mina. En la segunda década del siglo XX la explotación era a cielo abierto y de esa época han quedado extensas escombreras. Tras un periodo cerrada se reanuda su actividad en 1956 esta vez con minería de interior. En los años 60 trabajaban en ella 300 obreros, llegando a extraer una media de 100 toneladas/hora. A comienzos de los 70 la producción se cifraba en 80.000 toneladas anuales.
En el Lago de la Cueva, alojado en una cubeta excavada sobre areniscas devónicas, llama la atención el color rojizo que presenta su entorno. Este color es debido a la presencia del hierro que se extrajo hasta 1978 de la Mina Santa Rita.
El lago de La Cueva era aprovechado para lavar el mineral que luego era transportado hasta Torrestío y desde allí a Teverga, desde donde llegaba a las siderurgias de Mieres o Gijón por ferrocarril. La laguna de La Almagrera debe su nombre al color rojo que tñía sus aguas y que posiblemente se debe a que fue utilizado en los primeras etapas de la explotación cuando únicamente existía la minería a cielo abierto de la parte superior.
La mina se cierra en 1978 a pesar de que se estima que aún quedan al menos 7 millones de toneladas de hierro por extraer. En 1988 hubo intentos de reactivación, que fueron paralizados al declararse la zona Parque Natural. Estamos ante la última mina de hierro asturiana en actividad. En 1994 se acometieron las primeras tareas de restauración de la zona, que se completaron en el año 2006.
El Valle de Saliencia y el Valle del Lago
La dirección de estos valles es debida a la orientación NO-SE de las capas en este sector y aprovechan los materiales más blandos de esta zona, compuestos principalmente por pizarras y areniscas del Devónico. Ambos valles delimitan el macizo calcáreo donde se encuentran los lagos de Somiedo que, debido a su mayor resistencia, ha quedado elevado formando el macizo de los Albos. Por norma general, en Somiedo las capas se presentan prácticamente verticales, lo que le da al paisaje una gran variedad de crestas y valles que se adaptan a estas capas, en ocasiones muy plegadas y falladas. Sin embargo en la zona de los lagos la presencia de un amplio pliegue sinclinal, donde las calizas carboníferas aparecen en el núcleo con una disposición prácticamente horizontal, ha favorecido la exposición de una gran plataforma calcárea.
Los valles de Saliencia y del Lago son valles paralelos entre sí cuya morfología en U delata su pasado como valles glaciares. De hecho los hielos que se acumulaban en las partes altas de Somiedo descendían por ambos valles erosionando sus paredes hasta conseguir esta perfecta forma en U. Actualmente sus laderas, libradas de la fuerte presión que ejercían los hielos sobre ellas, están sometidas a procesos de desestabilización, por lo que son normales las avalanchas rocosas (en las laderas calizas) y los grandes deslizamientos (en las laderas areniscosas y pizarrosas) como los que hay a la llegada a La Farrapona, que obligan a la carretera a hacer varias revueltas antes de llegar al collado.
Esquema simplificado de las cabeceras de los valles de Saliencia y Calabazosa en el que se muestra la relación que existe entre la estructura y la geomorfología, donde las calizas generan crestones que contendrán los hielos responsables de la excavación de ambos valles (Figura de Albert Martínez Rius sobre idea de GEOLAG).
Ruta recomendada
La excursión para ver todos estos rasgos del paisaje se puede comenzar en el Alto de la Farrapona, límite entre Asturias y León para dirigirnos hacia el Lago de la Cueva por una cómoda senda. El color rojo del mineral de hierro extraído aquí hasta finales de los 70 tiñe el paisaje y ya son visibles las bocaminas y muchas de las escombreras de la Mina Santa Rita. Desde este punto sobrecoge pensar que el glaciar que creo el vaso del lago debió de rebasar el umbral rocoso para precipitarse con estruendo hasta el fondeo del valle de Saliencia formando una espectacular cascada de seracs. Una mirada hacia Saliencia permite ver la perfecta forma en U de este valle, consecuencia del descenso de una potente lengua glaciar. Desde el Lago de La Cueva rodearemos su perímetro por el noreste para dirigirnos a la Collada Calabazosa donde tendremos la primera visión del Lago Calabazosa o Lago Negro por sus profundas y oscuras aguas. Por el sur del lago ascenderemos hacia una amplia vega que aloja las lagunas estacionales de Calabazosa. De camino a la vega tendremos la oportunidad de ver dos de los principales lagos de la zona: los lagos Calabazosa y Cerveiriz, perfectamente alineados según una falla de dirección casi E-O. A partir de las Lagunas de Calabazosa nos adentramos en un terreno irregular por el que nos moveremos siempre con tendencia al S, donde se alza el Picu Blanco, con su característico color claro y a su izquierda el Picu Calabazosa, cuya fácil ascensión se recomienda. El Calabazosa da vistas al Valle Congosto, ya en la leonesa Babia, donde el paisaje contrasta brutalmente con sus laderas suaves y color oscuro. Desde este punto parece como si Somiedo estuviera protegido por una gran muralla calcárea que se extiende hasta Peña Orniz y que nos separa de León. Este farallón calcáreo está formado por calizas devónicas, más antiguas que las que estamos pisando hasta ahora, que muestran su color claro y no están afectadas por la dolomitización. Este farallón blanco tiene a sus pies una orla de calizas rojas. Es la denominada Caliza Griotte, muy apreciada en construcción y una verdadera referencia para los geólogos ya que su presencia marca el comienzo del Carbonífero.
Tras bajar del Calabazosa continuamos hacia el este en dirección al macizo de los Albos donde se manifiesta la intensa dolomitización sufrida por todo el macizo, dándole un color amarillento a todo el conjunto únicamente roto por algunos manchones blancos de caliza que se han librado de los fluidos cargados de magnesio.
La ascensión al Albo Occidental es de lo más recomendable. Para alcanzar su cima usaremos un cómodo sendero que existe por su ladera noroeste, y desde lo alto disfrutaremos de una completa panorámica de 360 grados de todo el Parque de Somiedo. A nuestros pies se abre el Lago del Valle con su valle en perfecta continuidad. Un lugar perfecto para ver uno de los sistemas glaciares más completos con su circo glaciar, lago glaciar y valle en U, sin duda uno de los más bellos de toda La Cordillera.
Sólo nos queda descender por el mismo camino en dirección hacia el lago Cerveiriz que se encuentra hacia el norte, no sin antes pasar por la Vega Cebolléu, otra vega que se inunda estacionalmente. Ya desde la Majada Cerveiriz enlazamos con el camino minero que une la efímera Laguna de La Almagrera con el lago de La Cueva. En el entorno de la mina veremos algunos bonitos ejemplos de cristalizaciones de dolomita (no hace falta que recuerde que en un Parque Natural está prohibido coger rocas, minerales, flora, etc.).
En el año 2016 el Geolodía en Asturias se celebró en los Lagos de Saliencia, con motivo de ese evento GEOLAG colaboró con el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo en la realización de una pequeña guía geológica que puede ser consultada en el siguiente enlace.
Si quieres hacer esta excursión interpretada con un guía-geólogo no dudes en consultarnos nuestra disponibilidad a través de info@geolag.com.
Documentación recomendada
- Mapa topográfico excursionista del Parque Natural de Somiedo. Ediciones Adrados. Ver detalles
- La comarca de la Babia y la cabecera del Valle de Somiedo. Itinerarios por la Naturaleza. Materiales didácticos de aula secundaria.
- Geología de Asturias. Ediciones Trea.
Fotografías
Algunas de las fotos que ilustran este artículo pueden verse en el siguiente enlace: lagos de somiedo en la página Facebook de GEOLAG.
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